Friday 21 December 2018

Daniel Tigre y otros seres odiosos de la televisión infantil

Los dibujos animados de niños pequeños tienen que ser simples. No se puede buscar narrativas complejas, plot-twists o personajes de doble moral. Para tener eso, uno los acuesta más temprano y trate de no dormirse mientras ve una serie de verdad.

Dicho esto, dentro del universo de dibujos animados de pequeños, hay unos bastante buenos (recomiendo Puffin Rock y Backyardigans), unos buenitos (Mickey Mouse Club House, Curious George) y unos insufribles.


El premio se lo lleva Daniel Tigre. Sí, yo sé que hay mamás que mueren de ternura cuando sus pequeños dicen "uga-uga" y hay a quienes les parece bien que sea una serie que enseñe lecciones. Es cierto, cada uno de los capítulos de esta serie busca enseñar algo: cómo ir al baño, qué hacer cuando uno está molesto, qué pasa cuando viene una hermanita menor... Todos son temas válidos del mundo de los niños pequeños.

¿Por qué el odio, entonces? Los personajes son estereotipos básicos. Daniel, el protagonista, pasea por un mundo que gira a su alrededor; pésimo ejemplo para niños de 2 a 5 años, que ya creen que el mundo gira a su alrededor. Cada uno de sus amigos representa algún otro estereotipo simplón, como bien lo muestra este post.

Las voces en español son terribles, pero en inglés no mejoran. Especialmente odiosa, la gata aquella que siente la necesidad de empezar cada oración con un MiauMiau chillón que causa escalofríos y una que otra copa rota. Es una gata, eso queda claro. ¿Es necesario que maúlle cada vez que va a hablar? Los niños pequeños no tienen muy buena memoria, pero creo que cualquiera puede notar que no deja de ser gata de una escena a otra.

Sin embargo, el premio mayor se lo llevan las canciones. Repetitivas, monótonas, absurdas. Lo sé, muchas de las canciones para niños pequeños son así, pero vale la pena esforzarse un poco y buscar las que no lo son (Mazapán, Maria Elena Walsh, o incluso esa de la Brujita Tapita). En ese sentido, los creadores del Tigre hicieron cero esfuerzo.

Disputando el primer lugar para los dibujos animados insufribles: Llama Llama. ¿Qué tengo en contra de las llamas? Nada en absoluto. Son animales simpatiquísimos. Esta Llama en cuestión es la que me conflictúa. Y su madre. Sobre todo su madre.

Pocos niños tan engreídos, egocéntricos y poco tolerantes en la televisión, y a esto se me suma una madre perfectita que le ofrece poquísimas oportunidades de sana frustración y límites. Me da curiosidad cómo sería una secuela de Llama Llama adolescente, metido en pandillas e ingiriendo una sustancia o dos, mientras su madre sigue creyendo que es maravilloso. El capítulo que se lleva el premio es el del berrinche en el supermercado. Felizmente mi propio cachorro entendieron bastante rápido que eso está terriblemente mal.

Sin dejar de mencionar que, desde un punto de vista gráfico, los dibujos son horribles. Los de Daniel Tigre, al menos, son interesantes de ver.

Recomiendo este post sobre los libros que dan origen a esta serie. Divertidísimo. (A propósito, ¿dónde está el papá? ¿cuál es el tema ahí?)

Continuará, me temo.

No comments:

Post a Comment