Tuesday 17 September 2013

Felizmente...

Porque hay que tratar de mantener el optimismo y porque, definitivamente, siempre podría ser peor, unas cuantas cosas para levantar el ánimo.

Felizmente la pasta de dientes no me da náuseas. Es un mito conocido y, aparentemente, muchas embarazadas tienen ese problemita. Felizmente no me ha dado por ahí (aún).

Felizmente no debo ir a trabajar bien vestida. Gracias al cielo por la ropa casual, los jeans con zapatillas y esos 5 sweatshirts exactamente iguales y super-cómodos. Si antes no me interesaba mucho la moda, ahora el interés es nulo. Ya levantarme de la cama y tener que vestirme es suficientemente complejo; si a eso hubiera que añadir pantys, tacos y maquillaje, creo que ya habría renunciado (un gran aplauso de admiración a mis amigas que sí tienen que ponerse lindas para ir a chambear).

Felizmente esto de la miel antes de levantarse parece funcionar. ¿Quién o hubiera dicho? El tip de la temporada para todas aquellas que ya intentaron todo y nada funcionó. Una cucharadita de miel antes de salir de la cama. No preguntes, sólo hazlo.

Felizmente tengo un horario de trabajo amistoso, con mecanismos de recuperación de clase bastante sensatos. Ok, no seré la profesora del ciclo, pero al menos las cosas marchan... y no del todo mal.

Felizmente tengo colegas buenísimos que se ofrecen a reemplazarme (¡y sonriendo!), alumnos geniales que me mantienen entretenida y de buen humor, y amigos y familia espectaculares, que me hacen la vida bonita.

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